Capitulo 7: Solo déjate llevar
Bella P.O.V.
Algo se había roto en mí.
Pensé que había sido mi corazón; pero no fue así, lo que se
rompió, fueron esas malditas fuerzas de alejarme de él. Ya no
podía quería estar con él; lo necesitaba.
Cuando se fue y me dejo hablando sola, sentí la necesidad de
jalarlo hacia adentro y aprisionar sus hermosos y perfectos con mi boca. Pero,
no podía cualquiera podría vernos; así que me decidí.
Salí de la cocineta, tratando de poner mi mejor cara, y me
dirigí a mi escritorio; no le preste atención a la mirada inquisidora de Leah,
y me puse hacer trivialidades con algunos papeles que Edward me había dejado.
Ya sabía que era lo que haría; me había fastidiado del estúpido juego que yo
misma había creado & ahora buscaría lo que mi corazón quería.
Paso el tiempo poco a poco, la manecilla del reloj se movía
lentamente, necesitaba una coartada; ya que no comería con Leah, mis planes
cambiaron abruptamente; poco a poco pasaban los segundos, minutos, y por fin
las horas. Llego la hora del almuerzo; y todavía no tenía mi coartada.
"¿Que haré? ¿Qué haré?... Si el Señor Cullen
llamará..."
-Bell's- me llamo Leah, estaba parada frente a mi
escritorio- ¿Vamos a almorzar?
-Yo...-dije buscando algo con la mirada.
I
thinki´m drowning asphyxiated i wanna break this spell That you ´ve created...
-Espera, deja atiendo- dije levantándome de mi asiento y
llevándome mi móvil
-De acuerdo. Murmuro Leah
-¿Diga?
Bella, soy Edward, solo quería pedirte que canceles mis
demás citas, reuniones y todo lo que tenga pendiente, me tardare... huum… en
esta junta-sonaba muy agitado
-¿Todo bien Edward?
-Si bella, solo que…-Callo unos segundos- Tuve
unas dificultades con algunos socios; también quiero pedirle que me apague la
PC y si tengo algunos trabajos inconclusos termínelos por mi; ya sabe cómo
hacerlos ¿Cierto?
-Cierto Edward, no se preocupe, yo haré lo que me pida
-Gracias, hasta mañana
-Hasta mañana
-Perfecto…-susurré
Esta era la coartada que había estado esperando por casi
tres horas, inhale y exhale y traté de poner mi mejor cara sin demostrar mi
victoria.
-Leah me temo que tendremos que posponerlo-comente
-¿Por qué? ¿Algo malo sucedió?
-No, no,- aclaré rápidamente- Solo que Edward me dejo
trabajo y es bastante
-Puedo ayudarte…
-No gracias, en serio ya has hecho bastante por mí, mejor ve
tu y nos vemos de rato ¿Vale?
-Humm… de acuerdo… Pero queda una plática pendiente ¿Eh?
-Claro- le sonreí- Nos vemos Leah
-¡Nos vemos!- dijo sobre su espalda
Y desapareció sobre la puerta de metal del elevador.
-Ok, aquí vamos
Me dirigí con paso lento pero decidido a la oficina de
Jacob, una vez frente a su puerta trate de tranquilizarme e infundirme valor.
No quería pensar que le iba a decir, porque si no, sabría que cometería un
error, así que mejor preferiría que todo fuera espontaneo. Toque tímidamente a
la puerta de él.
-Pase- murmuro. Así que volví a tocar con mayor fuerza-
¡Pase!
Entonces poco a poco abrí la puerta y deje entre ver mi
rostro; cuando Jake alzo la vista me miro completamente sorprendido.
-¿Bella?
-Jake- dije casi en un jadeo, cerrando tras de mí la puerta…
Con seguro.- Ya no puedo más
-¿Pero qué…?
Me acerque hasta él, sabía que no estaba siendo nada
coherente, pero me valía un carajo, solo quería actuar y no pensar.
-Be... Be.. .Bella...-tartamudeo al verme a su lado- ¿Qué haces?
-Yo…-dije jadeando- No puedo más
-¿De… De… De qué?
Volteé su silla y me senté a horcajas sobre él, pego un
pequeño brinco y comenzó a temblar, y en lugar de sentirme asustada por el
pequeño bulto que sentía debajo de mí, hizo que me sintiera totalmente
excitada.
-De esto-
Y lo besé con fiereza, él no tardo en reaccionar y me
correspondió aquel beso, Dios, era tan magnífico poder sentir de nuevo sus
hermosos labios sobre los míos; parecía que habían pasado años desde que los
había probado, el elixir que tanto había soñado una vez más me era entregado.
Mis manos se enredaban en su cabello negro, mientras que sus manos se dirigían
mis caderas y me apretaban más contra él. Se sentía jodidamente tan bien que
estaba dispuesta a todo.
Inconscientemente comencé a hacer círculos con mis caderas y
así poder sentir su profunda erección bajo de mi; el gruñía contra mis labios,
y sus manos desesperadas me comenzaron a sacar el saco y a desabrochar mi
camisa. Yo no me quede atrás, mis manos ansiosas pero temerosas, recorrieron su
perfecto torso, le comencé a quitar la corbata, y la boté por cualquier sitio
de la oficina, después, poco a poco le quite los botones para así poder dejar
al descubierto la perfecta piel morena y poder deleitarme con aquel hermoso
torso.
Ambos nos besamos con furia, estábamos en nuestro paraíso
personal; se levanto de su silla llevándome consigo, enrede mis piernas a sus
caderas y pude sentir su erección, pensé que me sentaría o algo así, pero me
acostó en su escritorio.
Al estar expuesta ante él, con tan solo mi sostén y verlo a
él subir por la mesa y colocarse sobre mi sin camisa hizo que me mojara aun
más.
-Eres hermosa Bella- susurro él, yo solo sentí arder mis
mejillas- No, no tienes de que avergonzarte, te deseo Bella
Esto último lo dijo con voz muy ronca, y tan malditamente
sensual, que estaba ansiosa por tenerlo dentro de mí. Esto era una puta mala
idea, yo sobre su escritorio, el encima de mí, ambos excitados y llenos de
deseo…
-Jake...-jadeé- también te deseo.- confesé
El solo sonrió, y se acerco a mí, para besarme con mucha
ternura; coló sus manos bajo mi espalda para así poder quitarme el sostén.
Pronto me embargo una duda ¿Y si no le gustaba? ¿Y si se decepcionara de mis
pequeños y apenas desarrollados pechos? Cuando por fin se deshizo de mi sostén,
se levanto para poder verme con mayor claridad. Yo me tape el rostro con mis
manos, para no ver la cara de decepción de Jake; pero mi sorpresa fue que él me
quito las manos y me sonrió besándome en la boca, después fue a mordisquear mi
lóbulo derecho y comencé a gemir de placer y me susurro:
-Eres más perfecta de lo que creí- y siguió dejando un
camino de besos por todo mi cuello.
Yo solo le acariciaba la espalda y gemía de placer al sentir
su boca traviesa recorrer mi cuello. Su boca fue descendiendo hasta toparse con
uno de mis pechos, una vez ahí, me miro y sonrió pícaramente y yo le regresé la
sonrisa, se humedeció los labios y acerco su boca a uno de mis pechos y comenzó
a succionarlo.
-Jakee…Ja...Jake...-jadeaba de placer
-Hmm…- el solo gemía y a veces gruñía.
Santa madre. Se sentía tan bien poder tener su boca en uno
de mis pechos succionándolo, lamiéndolo y sometiéndolo a su experta boca. Me
besaba el pecho mientras que con su otra mano, masajeaba y pellizcaba mi pezón
haciendo que se endureciera de placer. Solo me pidió arquear y apretar más su
cabeza hacia mis pechos, quería más poder, sentirlo todo y poder….
-¿Jacob?
Ambos nos tensamos. El dejo de lamer mi pecho y me miraba
divertido, mientras yo, me removía incomoda bajo su pecho; ambos guardamos
silencio e inconscientemente salió una sonrisa de mis labios.
-Esto lo hace más divertido- ronroneo en mi oído
-¿Jake?- volvieron a tocar la puerta- Soy Leah ¿estás?
No respondió, en lugar de ello, la ignoro y siguió atacando
mis pechos con lamidas y succiones placenteras, yo no podía seguir aguantado,
así que me mordí el labio para no jadear y delatarnos, encajaba mis uñas en su
espalda, en señal del placer que me producía, el solo sonreía contra mi piel y
seguía en su trabajo. Levanto su cabeza y se acerco a mi boca para besarme. Ya
no se escuchaban los golpes en la puerta, pero seguimos guardando silencio por
si regresaba Leah.
En un descuido que tuvo Jake, hice que ambos giráramos sobre
la mesa, tirando algunas cosas, y yo quedara arriba de él y él quedará a mi
merced. Lo mire a los ojos y una sonrisa picara cruzo por mi rostro.
-Me toca- le dije
El solo alzo una ceja retándome y me acerque a él y lo bese
en la boca, mis manos bajaban por su pecho y abdomen, haciéndolo suspirar y
algunas veces gemir, mis manos bajaban, más y más, hasta que se toparon con el
enorme bulto bajo sus pantalones.
-No lo harás…
-No me retes Jake- ronroneé
-¿Jacob?- de nuevo era Leah tocando la puerta- Abre maldita
sea- Toco unas cuantas veces más se rindió y se fue, dejándonos solos
Entonces, mis manos temblorosas, comenzaron a tocarlo sobre
la tela, instantáneamente se mordió los labios reprimiendo los jadeos y gemidos
de placer, yo solo pude sonreír ante mi victoria; ambas manos comenzaron a
masajear mis pechos y con mayor decisión y fuerza fui frotando mis manos en su
erección, aun sobré el pantalón; ambos nos unimos en un beso, lleno de amor,
pasión y lujuria, me masajeaba intensamente y mis manos subía la velocidad a
los movimientos; me mordió un labio y ambos gemimos de placer. Poco a poco Jake
se iba levantando del escritorio y yo, me fui agarrando a su cuello y enredando
mis piernas a sus caderas. Ambos estábamos demasiado excitados. Y si no
parábamos ahora… ¡Al carajo! Quería hacer el amor con Jake aquí y ahora, no me
importaba que fuera mi primera vez, pero solo, que fuera con
él.
-Bella…-susurró- Bell…Bella
-¿Si?-dije jadeando y aun abrazada a él- ¿Jake?
-Paremos- dijo soltándome lentamente y depositándome en el
suelo- No… podemos
-¿No…No… te gusto?- pregunte ofendida
-No corazón- se apresuro a decir, y acaricio mi rostro. Solo
que… no mereces esto
-¿No soy lo suficiente para ti?- pregunte aun más triste
-Bella- dijo de una manera dura- mírame- volteé a verlo, las
lagrimas comenzaban a aglomerarse en mis ojos- eres mucho más de
lo que merezco. Pero tú no mereces esto, no tienes que tener tu primera
relación sexual, aquí, en un escritorio- ahora hablaba con ternura- Mereces
algo mejor, y te lo daré; pero no aquí princesa.
Era importante para él. De eso no había duda; me había
dicho princesa y él quería que mi primera vez fuera única y
especial. Le sonreí y lo abrace, no pude evitar derramar algunas lagrimas, pero
eran de felicidad. El al notar humedad en su pecho, me separo lentamente de él
y me miro, limpiando con su pulgar mis lágrimas.
-No llores preciosa, no debes
-Es que...-dije hipando- Me conmovió que te importe mucho
Jake; yo solo soy…
-El amor de mi vida-finalizo él
Mi corazón se inflo de orgullo al escuchar aquellas
palabras. El sentimiento era correspondido, ambos nos amábamos y ahora
estaríamos dispuestos a hacer lo que sea por estar juntos. Me beso
delicadamente demostrándome todo el amor que me tenía, besaba mis labios con
una calma y una ternura magnifica, me sentía amada y protegida. Me sentía feliz.
Finalizo nuestro beso, dándome pequeños besos por todo el rostro ocasionándome
cosquillas.
-Ahora...-dijo mirando mis pechos al descubierto- Creo…
que…-dijo tragando pesado- Deberías de vestirte porque soy capaz… de todo,
contigo así- dijo señalándome
-Está bien, pero tú también vístete- dije señalando su
pecho- Y trata de calmar tú… problema- dije mirando hacia el bulto que tenía en
los pantalones.
Ambos reímos en voz baja, y comenzamos a vestirnos; una vez
ya con la ropa puesta y arreglados, le ayude a levantar las cosas que ambos
habíamos tirado al suelo. Ambos sonreíamos de oreja a oreja, y pude ver que en
los ojos de Jake, había un brillo especial como suponía al igual que en mis
ojos.
Ambos éramos felices, porque ya nos habíamos declarado
mutuamente; pero ¿Qué era yo de él? La respuesta era fácil.
Su amante.
no me importaría convertirme en amante siempre y cuando fuera de el jajajajajajajajajajaja
ResponderBorrar