Te amaremos hasta que nuestro corazón deje de latir

30 de abril de 2012

Atraccion Prohibida


Capitulo 2: Preparativos
Llevaba una semana exacta de haber entrado a trabajar a Cullen & Asociados, y toda esta semana me había ido muy bien, según me lo decía el señor Cullen y Leah, mi ahora mejor amiga. Toda esta semana no tuve descanso, andaba de un lado para otro con Edward, íbamos a todas sus juntas, siempre tomaba apuntes, le pedía su café expreso cargado y no tenía chance de respirar. Cuando recién había llegado a trabajar; mi escritorio estaba solitario, pero hoy estaba atascado de papeles, notas, pendientes y un sinfín de cosas con mucha importancia.
Leah a veces me ayudaba ya que el señor Cullen, me cargaba mucho la mano, ella a escondidas hacia trabajos por mí, ya que su jefe y amigo Jacob Black llevaba fuera dos semanas en un viaje de negocios, así que ella me ayudaba a mi o se iba a ayudar a las demás chicas que merecían su ayuda.
Había tenido algunos problemas con un socio de los Cullen, llamado Mike Newton, él como los demás –había dicho Leah- era casado y tenía amante, y su amante era nada más y nada menos que una chica llamada Jessica Stanley. El imbécil de Mike, contaba con veinticinco años, pero me insinuaba cualquier cosa, desde que me vio, yo por supuesto, pintaba mi raya, pero él no comprendía, y para mi desgracia el señor Cullen no sabía de esto, y para rematar, Jessica me hizo una visita en los baños, advirtiéndome que dejara a su hombre, yo solo hice como me interesaba lo que me había dicho, pero la verdad me tenía sin cuidado.
Lo que si temía y un poco, era encontrarme con Tanya Denalí, pero por lo visto, a Denalí se la trago la tierra, todavía no tenía la fortuna, o des fortuna de encontrarme con ella, pero por si acaso, prefería no hacerlo.
Hoy la mañana había sido tranquila, Edward, me había pedido, que lo ayudará a organizar una recepción que tendrían mañana por la noche todos los socios y sus respectivas parejas; y para ello me pidió la ayuda de Leah.
-Que bien que el señor Cullen me tome en cuenta- bromeo Leah desde su lugar
-Sí, pues siéntete realizada- bromee- pero bueno, ¿me ayudarás con los arreglos y todo eso?
-Querida- dijo falsamente ofendida- Me ofendes, no tienes que pedirlo, somos amigas ¿no?
-Pues si…
-Anda perezosa, levántate ya de esa estúpida silla, y vamos a dejar increíble aquella recepción.
-Ok, te alcanzo. Solo apago el equipo.
Leah se preparó y dejo todo su escritorio en orden, para así dirigirse al elevador y esperarme en la recepción; mientras yo, apagaba mi PC, guardaba mis cosas y juntaba lo que necesitaba para la recepción de mañana en la noche. Cuando ya estaba todo listo y me disponía a salir, sonó el teléfono de Leah.
"Umm… ¿Contestaré?" pensaba.
Ring. Ring. Ring…. Seguía sonando su teléfono, así que dubitativa, deje las carpetas y mi bolso en mi escritorio y conteste su teléfono.
-¿Cuántas veces te eh dicho que contestes al primer todo cariño?- dijeron al otro lado de la línea- De acuerdo, linda, me debes un desayuno, en fin, quiero que le avises a Eddy que mañana estaré en su dichosa recepción…
-Este…-trague pesado- No soy Leah señor pero le avisaré a mi jefe de que asistirá a la recepción- respondí apenada y de seguro de un color rojo intenso
-Oh, vaya-dijo sin siquiera inmutarse- ¿Quién eres? ¿Dónde rayos anda esa mujer?
-Esto…- me ponía nerviosa esa voz tan masculina y quizás, un poco enojada- Soy Bella Swan, asistente personal del señor Edward y Leah me ayudará a organizar lo de la recepción por petición del señor Edward.
-¿Edward?- se carcajeó-Vaya, no sabía que ya había conseguido a alguien más para hacerle le vida imposible- calló un momento y volvió a hablar-Bueno, da lo mismo, siento haberte hablado así Bella, pero así nos llevamos Leah y yo, por cierto soy Jacob Black, su jefe, en fin, pasa mi recado y dile a Leah que está en problemas…
-Umm… si señor Black
-Solo Jacob, bueno, después estaré en contacto con ella, Nos vemos
Y colgó. Eso fue raro, muy raro diría yo, pero bueno, regrese por mis cosas a mi escritorio todavía un poco consternada por la "platica" que tuve con el jefe de Leah, ¿Estaba en problemas por mi culpa? Genial Swan, ya metiste en problemas a tu amiga con su jefe/amigo.
Aunque olvidando aquello, metiéndome al elevador en automático seguía pensando y lo que me tenía como en estado automático no fue la conversación, ni como me trato, lo que me tenía así, era la voz de aquel hombre, una voz tan hermosa, tan genial tan bonita, que no podía olvidar por nada del mundo su tono de voz…
-¡Tierra llamando a Swan!
-¿Eh?
-Anda bella durmiente- dijo Leah sacándome del elevador, son las dos de la tarde y esto tiene que estar adelantado o terminado en su defecto.
-De que… ¡Ah sí!, ya vamos tenemos que tener arreglado el lugar para la recepción y todo ese rollo
-Mujer, ¿Qué andabas pensando? Es lo que te acabo de decir
Salimos del edificio y buscamos un taxi, trate de evitar la mirada de Leah, ay que solo me escrudiñaba sin disimulo, y eso me ponía nerviosa, ¿acaso le diría que me había idiotizado la voz de su amigo? Leah, pareció olvidarlo un momento y se concentro en conseguirnos un taxi, después de unos veinte minutos buscando uno libre, nos subimos y le di la dirección del lugar, una vez en camino suspire, esto sería muy, muy cansado.
-Ya suéltalo- hablo al fin Leah
-¿Qué?- me hice la inocente
-¿Qué sucedió? ¿Por qué actúas así?
-¿Así como?
-Bella- me amenazó
-Yo…mira ya llegamos
Esquive el tema por el mayor tiempo que pude, le pague el pasaje al taxista, y bajamos en silencio del auto, cuando nos encontramos frente al lugar, quedamos impresionadas, una hacienda, con unas rejas de color negro, con una caseta a su lado. Y lo poco que se podía ver, era un extenso jardín, con un camino que llevaba directo a la casa.
-Buenas tardes- hablo Leah- Venimos para organizar el evento de Cullen & Asociados
-Oh, si…-dijo el vigilante- Solo anoten sus nombres y pueden pasar
-Gracias- respondimos ambas
Nos anotamos en la libreta de bitácora y después entramos por el largo camino que conducía a la residencia, ambas caminamos en silencio, olvidado por completo la compañía de la otra y solo nos dedicamos a admirar aquel lugar, era muy hermoso; contaba como había dicho con un extenso jardín, el cual dejaba al descubierto variedad inmensa de flores, arboles, y uno que otro animalito que paseaba por ahí. Cuando nos detuvimos en las puertas del lugar, -que eran de madera- suspiramos y entramos.
-Bueno, al menos no tenemos que hacer la limpieza
-Tienes razón Leah, al menos no haremos eso
-Bueno, ¿Piensas decirme que más te puso así Bell's?
-Lo que sucede-dije recargándome en una de las paredes- Es que la voz de tu jefe me dejo algo…impresionada, sé que eso está mal, pero la verdad es que nunca escuche una voz tan.. Tan… varonil, hermosa, divertida…
-Te entiendo- dijo una Leah seria- A mi me pasó lo mismo cuando lo conocí, pero no te preocupes es normal… supongo
-Si… supongo- dudé- Pero bueno, se me pasara, ahora solo hay que acomodar los adornos que Edward me hizo el favor de mandar para acá
-Claro, tenemos que hacer que la noche de mañana sea especial.
Una vez dicho esto ambas nos dedicamos el resto de la tarde y parte de la noche en dejar espectacular el lugar, el bar que se expandía en un costado del lugar, el equipo de sonido que se encontraba a la vista de todos y el resto del lugar decorado por adornos platas y dorados, algo sencillo, pero fantástico. Para el exterior, utilizamos foquitos con poco alumbramiento para que solo esos foquitos blancos adornaran el camino y lo demás quedase bajo la luz de la luna.
Cuando terminamos ambas quedamos exhaustas, sin zapatillas ya que estas terminaron por lastimarnos, sentadas en el pasto del lugar comiendo una exquisita pizza a las diez de la noche.
-Leah- dije con un pedazo de pizza en la boca- Ya es tarde
-Lo…lo sé- dijo tomando un poco de refresco- ¿Tienes quien te lleve?
-Umm…no, creo que no ¿Me podrías llevar?
-Claro- dijo esbozando una sonrisa- ¿Edward ya vio el lugar?
-No, solo le marco, que venga y nos vamos
-De acuerdo
Terminamos de comer la pizza, levantamos nuestro pequeño tiradero y le marque a Edward, tardo más de quince minutos en contestarme pero a la quinta llamada respondió
-¿Diga?
-Hola Edward, soy Bella
Ahh! Bella, ¿Que sucede todo bien?
-Si Edward, solo quería saber si está disponible unos minutos para ver la decoración del lugar
-Humm-lo pensó unos segundos-en diez minutos estoy ahí.
-Claro Edward, hasta luego
-Nos vemos
Antes de que llegar Edward, Leah y yo le dimos los últimos toques al sencillo pero magnifico toque que le habíamos dado al lugar, cuando estábamos finalizando escuchamos aparcar un auto a las afueras del lugar, ambas salimos y recibimos a los Cullen, papá e hijo. Venian en un hermoso y lujoso Cuando vi al padre, pude comprender de donde Edward había sacado tal belleza. Un hombre entre los treinta y cinco años, cabello rubio, ojos verdes, alto, delgado y con buen físico.
-Buenas tardes- dijo Edward- Padre, esta es Isabella, mi asistente
-Un gusto Isabella- dijo el señor Cullen extendiéndome su mano- Que bueno que puedas llevar el ritmo de mi alocado hijo
-Papá- lo regaño Edward
-No se preocupe señor Cullen hago lo posible
-Dime Carlisle…-volteo a ver a Leah- Hola Leah ¿como estas?
-Bien Carlisle y ¿usted?
-Bien gracias – sonrió un poco- ¿no ha llegado el vago de tu jefe?
-No- rio Leah- Pero para mañana tenga por seguro que lo verá por aquí
-Eso esperamos, bueno ¿Vamos?
Los cuatro entramos en el lugar y yo fui directo a prender las luces –porque las habíamos apagado- estaba nerviosa, porque no sabía si para ambos padre e hijo, les gustaría el tipo de adornos que utilizamos y como quedo la decoración. Edward anduvo por todo el lugar observando minuciosamente todos los lugares habidos y por haber, el señor Carlisle por su parte solo me dedico una sonrisa sincera y hermosa.
-Felicidades Bella- dijo Edward- Cada día me sorprendes
-No hay de que Edward, ese es mi trabajo- conteste feliz por su aprobación
-Bueno, bueno, pues qué bien que sepas hacer tu trabajo, Bella, la espero mañana
-¿Qué?-dije incrédula
-Las espero-corrigió Edward- Leah, Bella, las espero mañana a las siete de la noche ¿Correcto?- dijo extendiéndonos unas invitaciones para cada una
-Claro- respondimos ambas
-Ahora si nos permites… Padre, hay que irnos
-Claro, fue un gusto chicas, hasta mañana
-Hasta luego Carlisle- respondimos a coro
Cuando el auto arranco ambas nos quedamos atónitas observando las invitaciones, después nos miramos fijamente a los ojos y reímos
-¿Iras?-me preguntó Leah
-No se.. no tengo nada que ponerme
-No hay problema, mañana nos vamos de compras
-Humm….-dije dubitativa- No se
-Anda, no te arrepentirás
-Ok
Subimos a su hermoso mini Cooper azul y nos dirigimos a mi casa, el trayecto fue en corto, ya que no la pasamos platicando de trivialidades, la invite a pasar un rato a la casa, para que mis padres conocieran a Leah, según ellos era famosa por aquí, a lo que ella se sonrojo por primera vez desde que la conocí.
-Bueno, señores Swan- dijo Leah levantándose del sillón- Llego el momento de irme, mañana nos espera un día largo de compras y la noche del evento
-Si, si, Leah- contesto mi madre- Cuidate y fue un gusto
-Igual señora Reneé, Señor Charlie
-Cuidate hija, aquí tienes tu casa
-Gracias
Acompañe a Leah a la puerta y nos despedimos con un fuerte abrazo, después me despedí de mis padres y me dirigí a mi habitación, tomé una rápida pero placentera ducha, me puse mi pijama y me acomode en a cama. Al principio no pude dormir ya que una vez a solas llego a m mi mente aquella voz que había escuchado por la mañana.
¿Qué me sucedía? ¿Por qué me tenía así la voz de Jacob Black?
Y me dormí pensando en esa trivialidad.

1 comentario:

  1. que emoción, toda la expectativa para que se vean!!!!!!

    ya quiero el siguiente =)

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